Nutritiva y fácil de digerir, increíblemente reconfortante y fácil de personalizar, la sopa a veces es la única comida para cenar. En invierno, no es una opción, es una necesidad absoluta para entrar en calor. Además de cumplir con tu cuota diaria de cinco verduras por sí sola, la sopa tiene numerosos beneficios para la salud, siempre que sea casera. Tomar sopa todas las noches es un acto de bienestar, y una nutricionista explica cómo disfrutar plenamente de esta saludable bebida.
¿Qué pasa en el cuerpo cuando comes sopa todas las noches?
Durante los meses más fríos, la sopa es prácticamente imprescindible en nuestros platos. El plato reconfortante por excelencia, a menudo sirve para empezar el almuerzo o para dictar toda la cena. Esta sopa, que antes evitábamos de niños, ahora es nuestra receta predilecta para los momentos reconfortantes de otoño e invierno. Y no hace falta tener más de cincuenta años ni haberse extraído las muelas del juicio para apreciar su calidez inherente. En el imaginario colectivo, la sopa suele asociarse con las personas mayores, servida en cuencos bretones personalizados o platos hondos adornados con flores azules.
Sin embargo, tomar sopa todas las noches no es solo un ritual de abuela. Es un secreto para mantenerse joven. Mientras que los meses fríos se ven salpicados de raclette, fondue, tartiflette y otros platos contundentes, la sopa proporciona una cena ligera, saciante y nutritiva. Rica en fibra, vitaminas, minerales y antioxidantes, ayuda a cubrir las necesidades nutricionales diarias, especialmente cuando las comidas a veces son desequilibradas. Según los dietistas, la sopa también permite comer más verduras sin darnos cuenta. Otra ventaja: su textura suave facilita la digestión y ayuda a regular el apetito.
"Si cenas sopa y yogur o una pieza de fruta, también le das un descanso a tu sistema digestivo", declaró el nutricionista Raphaël Gruman a Pleine Vie . En resumen, es una especie de "reinicio" para el cuerpo. El especialista también señala que la sopa es una buena fuente de hidratación, ya que contiene un 80 % de agua.
Beneficios para el sueño y el bienestar general
Todos hemos oído la expresión "sopa y a la cama". Bueno, no es broma. Además de su valor nutricional, la sopa también actúa como una señal para que el cuerpo descanse. Al tomarla por la noche, creas un ritual relajante que te prepara naturalmente para la relajación. En otras palabras, esta sopa, que sirve como tu única comida de la noche, tiene el efecto de una pastilla para dormir. Ni siquiera necesitas prepararte medio litro de té de manzanilla; la sopa por sí sola es suficiente para arrullarte y llevarte a un estado de zen.
A nivel fisiológico, una digestión más suave reduce las molestias nocturnas y promueve un sueño más profundo. Además, las sopas ricas en tubérculos (zanahorias, boniatos, chirivías) aportan carbohidratos complejos que favorecen la producción de serotonina, la hormona del bienestar. En resumen, una delicia líquida.
Tomar sopa todas las noches, sí, pero no de cualquier manera.
Tomar sopa todas las noches es bueno para la salud, siempre y cuando la prepares tú mismo y no le añadas un trozo de queso gruyère rallado, un trozo grande de mantequilla ni la arruines con un bote de crema espesa. Incluso puedes mejorarla con semillas de calabaza o frutos secos. "Las sopas comerciales contienen demasiada sal, lo que favorece la retención de líquidos, además de aditivos, conservantes y potenciadores del sabor, todos perjudiciales para el organismo", afirma el experto. Estas sopas preparadas pueden ser convenientes de vez en cuando, pero no son tan saludables como dicen. Así que olvídate de las sopas comerciales y desempolva esa olla enorme de sopa que acumula polvo en la despensa. Al fin y al cabo, la sopa casera es insuperable.
Tenga en cuenta también que la sopa por sí sola no siempre es suficiente para cubrir sus necesidades energéticas. Requiere algunos suplementos nutricionales y no debe considerarse una comida completa. Por ejemplo, puede añadir dos huevos duros para obtener proteínas , una rebanada de pan integral para los carbohidratos y un poco de queso crema, como el Philadelphia. Al igual que las infusiones, la sopa se puede variar infinitamente para convertirse en un remedio reconfortante y delicioso. ¿Sufre de migrañas? Opte por una sopa de lentejas marroquí con especias. ¿Tiene dolor de garganta? Elija un caldo rico en ajo y repleto de hierbas aromáticas.
Tomar sopa todas las noches no debería verse como una obligación ni como una cura, sino como un acto de autocuidado. Una forma sencilla de reconectar con tus necesidades, bajar el ritmo y nutrir tu cuerpo con suavidad.
