Además de despertar nuestro niño interior e inculcarnos valores sólidos, las películas de Studio Ghibli son antídotos al alcance de la mano. Un nuevo estudio lo confirma: estas películas de animación oníricas, que plantean preguntas existenciales e invitan a la introspección, son buenas para la salud. ¿Y si nuestro querido Totoro se convirtiera en nuestro nuevo terapeuta?
Las películas de Ghibli, una fuente inagotable de felicidad
Estas poéticas películas de Miyazaki no son como otras obras. Nos transportan a un mundo encantado, hecho de metáforas visuales y poblado de personajes entrañables. Nos sumergimos en ellas con gusto después de un día duro. Nos despejamos en compañía de la Princesa Mononoke, Kiki o Ponyo. Las películas de Studio Ghibli son como las magdalenas de Proust de la pequeña pantalla. Son casi una urgencia mental cuando todo va mal, y en estos tiempos de incertidumbre, las películas de Ghibli son esenciales. Si hacemos caso a un estudio reciente, incluso deberían estar incluidas en el kit de supervivencia del gobierno.
Aunque las películas de Studio Ghibli no hagan milagros, sí ofrecen un respiro relajante de nuestras vidas ajetreadas. Esta es la conclusión de un estudio publicado en el "Journal of Medical Internet Research". No es de extrañar que en estos tiempos depresivos nos sintamos más atraídos por las películas de Ghibli que por los thrillers escalofriantes o los éxitos de taquilla frenéticos. Aunque los médicos aún no pueden recetar películas de Ghibli junto con la vitamina C, los investigadores sin duda confirman nuestra elección de Netflix.
¿Su método? Dividieron a 500 estudiantes en cuatro grupos: jugadores hiperconectados, fans que ven maratones de películas de Studio Ghibli, personas multitarea (que hacen ambas cosas a la vez) y un grupo de control… que literalmente no hacía nada. Después, los investigadores evaluaron sus niveles de calma, utilidad y felicidad mediante un cuestionario muy detallado. El resultado: las encantadoras películas de Studio Ghibli son remedios para la tristeza y la melancolía. El mundo onírico de Miyazaki «podría tener una capacidad única para evocar nostalgia y fomentar una sensación de felicidad en espectadores de todas las edades».
El poder infinito de la nostalgia
Las películas de Studio Ghibli tienen la capacidad única de elevar incluso las actividades cotidianas más sencillas. Las escenas más cotidianas adquieren una cualidad increíblemente poética. Una comida familiar se convierte en un festín delicioso, mientras que un simple paseo por el campo se transforma en una emocionante aventura. «Al transformar momentos cotidianos en algo mágico , las obras de Miyazaki despiertan un deseo universal de inocencia y asombro infantil», explican los autores del estudio.
En resumen: las películas de Studio Ghibli nos reconectan con nuestro niño interior. Mejor aún, nos permiten olvidar, mientras las vemos, nuestras estresantes responsabilidades. Lejos de ser obras superficiales o sin sentido como otras caricaturas dirigidas a niños pequeños, las películas de Ghibli nos enriquecen espiritualmente y arrojan luz sobre nuestro malestar. Sutilmente fomentan la introspección, algo muy valioso en un mundo falsamente individualista donde ya no sabemos escucharnos a nosotros mismos. «Los jóvenes gestionan el estrés y la tristeza profundizando su curiosidad, su paz interior y su sentido de propósito», explican los investigadores.
Estas películas de Ghibli tienen el mayor impacto
Las películas de Ghibli actúan como un remedio contra la melancolía invernal. Sin embargo, algunas películas de Miyazaki provocan una mayor descarga de dopamina que otras. Esto es lo que revela este esclarecedor estudio. "Kiki: Entregas a Domicilio" y "Mi Vecino Totoro" deberían encabezar nuestra lista de películas. ¿Por qué? Porque son clásicos de culto, imprescindibles al menos una vez en la vida, pero sobre todo porque abordan emociones intensas como el miedo y el duelo para "fortalecer relaciones, contribuir a la comunidad y experimentar una alegría serena".
Mejor aún: los investigadores explican que el efecto de bienestar de las películas de Ghibli se multiplica por diez al combinarlas con un videojuego de mundo abierto, como "The Legend of Zelda: Breath of the Wild". En resumen, la combinación ganadora contra la tristeza sería… tu película favorita de Ghibli + un rato jugando a Zelda.
Los fans de Disney podrían abandonar a su princesa extravagante para pasar tiempo con la bruja torpe y la criatura enorme y barrigona. En definitiva, las películas de Ghibli son como una manta acogedora o un buen chocolate caliente para nuestro estado de ánimo.
