La tormenta Emilia azotó la noche del 15 al 16 de diciembre de 2025, afectando inicialmente el sur de Francia. Dependiendo de la región, sus efectos se prolongarán hasta principios de la próxima semana, entre el 22 y el 23 de diciembre. Descrito por los expertos como una "bomba meteorológica" , este sistema de baja presión viene acompañado de frío intenso y vientos violentos. Con una caída repentina de la presión de 47 hPa en 24 horas, este inusual fenómeno anuncia condiciones invernales extremas.
¿Qué es una "bomba meteorológica"?
Este término se refiere a un sistema de baja presión que se profundiza rápidamente: al menos 24 hPa en 24 horas. En este caso, la tormenta Emilia duplicó esta intensidad con una caída de 47 hPa (de 996 a 949 hPa). Como resultado, el anticiclón escandinavo está enviando aire polar, causando ráfagas de hasta 150 km/h en las costas del norte de Europa, tormentas de nieve y olas gigantes en el Mar del Norte.
Impactos esperados en el continente
- Reino Unido y Escandinavia: rachas de 130 a 150 km/h, fuertes nevadas, carreteras cortadas.
- Benelux y Alemania: ola de frío siberiano (posibles -10°C), lluvia helada.
- Francia: mientras que el sur se vio afectado desde el 15 de diciembre, Bretaña y el Canal de la Mancha sufren ahora vientos de entre 80 y 90 km/h y lluvias intensas, aunque por el momento no se ha activado ninguna alerta naranja.
Precauciones para Francia y Europa
- Evite las costas expuestas y asegure el exterior (cierre de persianas, guarde objetos en el interior).
- Se prevén nevadas y hielo.
- Siga los informes meteorológicos y limite los viajes.
Météo-France destaca que se trata de una tormenta clásica, pero amplificada, con riesgo de cortes de electricidad e interrupciones del transporte a partir del jueves. El Bundestag alemán advierte de una "ola polar histórica".
En resumen, Europa se enfrenta a un período de condiciones invernales excepcionales. Si bien el norte del continente es el más expuesto, los efectos se están sintiendo incluso en Francia y más allá. La vigilancia sigue siendo esencial. Este fenómeno nos recuerda la imprevisibilidad del clima y la importancia de estar preparados ante fenómenos meteorológicos extremos.
