Sentirse bien físicamente no tiene nada que ver con una fecha en un pastel de cumpleaños. A sus 51 años, Céline Roy comparte una visión alegre del bienestar, donde la ligereza se construye con pequeñas acciones cotidianas. A través de su experiencia personal, relata cómo 10 sencillos hábitos transformaron sus sensaciones físicas, en particular, eliminando la sensación de piernas pesadas.
Cultivando la ligereza en la vida cotidiana
Para Céline Roy, todo empieza con una conexión más consciente con su cuerpo. Nada de milagros ni promesas irrealistas, sino una rutina constante. Uno de sus primeros instintos es elevar las piernas al final del día. Unos minutos son suficientes, dice, para proporcionar una sensación inmediata de descompresión y promover una mejor circulación. Este momento se convierte casi en un ritual, un merecido descanso después de un día ajetreado.
Otro ritual que disfruta especialmente es el chorro de agua fría en las piernas. Con un movimiento ascendente desde los tobillos hasta los muslos, esta ducha actúa como una inyección revitalizante. Céline aprecia esta sensación de frescor que despierta el cuerpo y le proporciona una verdadera inyección de energía.
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Tocar, hidratar, estimular
El masaje también ocupa un lugar central en su rutina. Drenaje linfático, masaje de tejido profundo o automasaje localizado: Céline explora diferentes técnicas para estimular los tejidos y restablecer la circulación. Incluso presta atención a los pies, masajeando el arco plantar, convencida de que todo empieza ahí.
Del mismo modo, practica el cepillado en seco. Esta acción vigorizante, realizada antes de la ducha, no solo exfolia la piel, sino que también estimula el sistema linfático. Céline también enfatiza un reflejo fundamental, a menudo subestimado: la hidratación. Beber suficiente agua es fundamental para mantener su bienestar. Para ella, unas piernas que se sienten bien también son piernas bien hidratadas, tanto interna como externamente.
Muévete con suavidad e inteligencia
En cuanto al movimiento, Céline incorpora regularmente estiramientos, especialmente en la parte posterior de las piernas, para mantener la flexibilidad muscular y evitar tensiones innecesarias. Estos momentos de estiramiento se convierten en momentos de reconexión, donde uno respira y se relaja.
El fortalecimiento muscular también forma parte de su rutina, pero siempre con suavidad. Presta especial atención a los ejercicios excéntricos, es decir, ejercicios en los que el músculo se alarga, y prefiere ejercitarse descalza o con calcetines en lugar de zapatillas deportivas. Inspirada por el pilates y la danza, busca movimientos fluidos y controlados.
Un mensaje sin presión
Con estos consejos, Céline Roy no pretende imponer un modelo ni dictar cómo comportarse. Comparte con transparencia lo que le funciona. Son sus propios consejos, basados en su experiencia y sentimientos, y no son obligatorios, ya tengas 30, 50 años o más.
En resumen, su mensaje es claro: cada cuerpo es único, cada viaje es diferente. La clave está en escuchar tus necesidades, respetar tu propio ritmo y elegir lo que te haga sentir bien. La ligereza, según Céline Roy, no es un estándar al que aspirar, sino una sensación que hay que abrazar, sin presión y con gran delicadeza.
