Una boda es un momento único, y en 2026 promete ser más inspiradora que nunca. Mariages.net, líder francés del sector, revela las principales tendencias que transformarán ceremonias y recepciones. Desde la audacia hasta la elegancia, descubre cómo las parejas planean causar una impresión duradera en su gran día.
Minimalismo o glamour: dos mundos por explorar
En 2026, los estilos de boda oscilarán entre la elegancia discreta y la opulencia desbordante. Según Marine Preudhomme, editora de moda de Mariages.net , estos dos estilos pueden coexistir: «No son incompatibles y pueden contrastar y complementarse con sutiles toques».
El minimalismo en el punto de mira
El minimalismo se traduce en elecciones sencillas pero impactantes. La novia podría, por ejemplo, sustituir el ramo tradicional por una sola flor majestuosa: el famoso concepto "One Big Flower". La decoración se centra en la atmósfera en lugar de en la profusión de elementos, gracias a drapeados y espejos que transforman el espacio desde la ceremonia hasta la recepción. En cuanto a los colores, predominan el blanco y el negro, con una base blanca acentuada con toques de negro, ya sea en la vajilla, las servilletas, las velas o incluso en el atuendo de los invitados. Un enfoque gráfico que rezuma modernidad.
Glamour modernizado
El estilo glamuroso se reinventa combinando opulencia y refinamiento. Lámparas de araña de cristal, candelabros dorados, adornos y terciopelo conviven con toques más ligeros y románticos, que evocan el mundo de Bridgerton. La idea es crear un entorno espectacular manteniendo una elegancia sofisticada, para una boda que impresiona por su innegable elegancia.
Vestidos de novia estilizados y adaptables
En 2026, el vestido de novia se convirtió en un poderoso símbolo de estilo y personalidad, con un presupuesto promedio de 1650 €. Las líneas limpias siguieron siendo clave, priorizando tejidos lujosos como la seda, el satén o el crepé. Los vestidos con aberturas añadieron un toque de elegancia, mientras que el corsé regresó con fuerza y demostró ser versátil: una falda larga para la ceremonia y pantalones para la recepción de la noche. Las capas, la pedrería y las perlas también fueron opciones populares para añadir un toque de dinamismo, satisfaciendo todos los gustos y expresando la individualidad de cada novia.
Belleza natural y sofisticada
La tendencia de la "piel de mantequilla" llegó para quedarse: una tez radiante realzada por el cuidado de la piel y un maquillaje sutil. Las uñas de color blanco lechoso completan este delicado look, perfecto para lucir alianzas y anillos. Los peinados se mantienen sencillos pero elegantes: se prefieren los moños, los rizos sueltos o las ondas, y los cortes cortos y ondulados.
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Bares únicos y acogedores
El tradicional bar de champán está dando paso a opciones alternativas: cócteles sin alcohol y aguas saborizadas aportan frescura y un toque de fantasía, especialmente en verano. En invierno, el café y el té son los protagonistas, y para los amantes de las bebidas espirituosas, un singular bar de whisky también es una opción tentadora.
Mesas serpentinas: convivencia y estética
La mesa infinita o serpentina revoluciona la distribución de los asientos. Crea un flujo continuo y fomenta la interacción entre los invitados, a la vez que ofrece un elegante efecto visual. Perfectas para recepciones al aire libre, estas mesas realzan el ambiente acogedor de una boda.
Bodas desconectadas: viviendo el momento
Desconectar se está convirtiendo en una prioridad: las parejas invitan a sus invitados a guardar sus teléfonos, a la vez que ofrecen alternativas como cámaras desechables, Polaroids o creadores de contenido para bodas. Es una forma de disfrutar plenamente del momento y preservar momentos memorables.
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En resumen, estas tendencias, reveladas por Mariages.net, ofrecen un vistazo a las bodas de 2026: elegantes, acogedoras, personalizadas e indudablemente inspiradoras. Al equilibrar la audacia y la sofisticación, cada pareja puede crear un evento que refleje su personalidad y deje una huella imborrable en sus invitados.
