En esta Navidad, por fin tienes la bolsa llena y los regalos esperan ser abiertos. Como cada año, hay varios tipos de elfos: los que hacen los regalos a mano, los que siguen meticulosamente la lista de deseos guardada en su teléfono y los que optan por regalos más tradicionales, a veces elegidos en el último minuto. Expertos entrevistados por el HuffPost identificaron seis perfiles de personas que regalan... ¿cuál eres tú?
El materialista
Suelen decir que "la intención es lo que cuenta", pero lo que se esconde tras el papel kraft y las cintas metálicas es bastante revelador. En Nochebuena, cuando te conviertes en agente doble de Papá Noel , muestras tu verdadera cara. Mientras algunos se enorgullecen de sus regalos, otros son menos presumidos y prefieren el anonimato del Amigo Invisible. Entre la abuela que se deleita regalando suéteres hechos a mano a toda la familia y tú, siempre con el regalo más chic y moderno, hay una gran diferencia.
Para ti, una caja de bombones y un hermoso ramo de flores ni siquiera son planes B. Están completamente descartados. Si eres de los que regala relojes de tres cifras, bolsos de diseñador o patinetes eléctricos a tus amigos y familiares, te etiquetan como "materialista". Y no te preocupes, no es un término peyorativo. No intentas impresionar ni hacer alarde de tu riqueza. Tu regalo puede ser más lujoso y llamativo, pero responde ingeniosamente a un deseo o una necesidad, ya sea más o menos urgente.
Este tipo de persona suele trabajar en un sector con contacto directo con el cliente o donde la imagen es primordial. Su lema: «Tienes que parecer un jugador de béisbol para ser un jugador de béisbol»», explica Alyse Dermer, fundadora de Mr. Considerate, al HuffPost.
El sentimental
Odias los regalos impersonales como los sets de regalo Wonderbox o las cestas prefabricadas. En lugar de quedarte mirando expositores adornados con grandes lazos y letreros de "ideas para regalos", forjas tu propio camino. Prefieres regalos con significado y que salgan del corazón. Regalos que lleven las iniciales de tus seres queridos o que cuenten un poco de su historia.
Sabes cómo conmover a tus seres queridos con regalos personalizados o hechos a medida. Quieres que tu regalo sea tan único como quien lo recibe. Bajo el árbol, colocas joyas con nombres grabados, álbumes de fotos o retratos familiares con dibujos animados. Cuando llega el gran momento de abrir el regalo, no es raro ver una lágrima de alegría rodar por la mejilla del destinatario. "Esta persona es considerada, nostálgica y valora la conexión humana", señala Dermer.
El proyector
Tus regalos suelen ser torpes. No tienes malas intenciones al regalarlos, pero tus seres queridos podrían hacer una mueca o forzar una sonrisa educada. Es duro oírlo, pero regalas cosas que terminan en eBay al día siguiente o acumulan polvo en un cajón. Comprar regalos es, de hecho, una tarea que te incomoda profundamente. Si pudieras pagar a alguien para que lo hiciera por ti, no lo dudarías ni un segundo. Sin conocer los gustos de tus seres queridos, regalas algo que te hubiera gustado recibir tú mismo, y a veces funciona, a veces no.
La atención se centra en quien regala robots de cocina a mujeres ocupadas, membresías de gimnasio a teleadictos o pulseras de Hello Kitty a jóvenes de 16 años. Estos regalos son casi inapropiados, pero quien los da no pretende herir ni humillar.
El procrastinador
Tienes una idea clara y sabes exactamente qué esperan tus seres queridos de Papá Noel. Pero tu actitud relajada te está desviando de tu objetivo inicial y te obliga a revisar tus planes. Esperas hasta el último minuto y, cuando por fin llegas a la tienda, está agotada. En lugar de comprar un difusor de aceites esenciales, te conformas con un quemador de incienso básico de Action. Mientras los más organizados compran los regalos con un mes de antelación, aprovechando las grandes ofertas, haces las compras de Nochebuena al mismo tiempo que haces la compra para la cena.
El oyente
No te andas con rodeos con los regalos. De hecho, eres muy buena escuchando, y gracias a esta rara cualidad consigues complacer a tus seres queridos. Recuerdas todo lo que te dicen tus amigos y familiares, sabiendo que te será útil algún día (sobre todo en Navidad). Para estar al tanto de estos deseos, escondidos entre chismes, puede que incluso hayas creado una lista inteligente en tu teléfono. Y si la persona al otro lado responde "No necesito nada" a la pregunta sobre regalos, le harás una sutil pregunta. ¡Las abuelas son expertas en esto!
El buscador de conveniencia
Si prefieres lo más sencillo y buscas regalos fáciles, eres una persona práctica. Siempre optas por regalos "seguros", clásicos: una caja de bombones, un certificado de regalo de una tienda conocida, una manta sencilla. No te arriesgarías a elegir un perfume de Sephora ni un libro de una librería. Sin embargo, eso no significa que descuides a tus seres queridos: al fin y al cabo, cada uno tiene su propio lenguaje del amor.
Lo que importa no es tanto la naturaleza del regalo, sino el detalle. Una pequeña tarjeta escrita a mano y algunos detalles a veces valen más que un dispositivo carísimo que ni siquiera estaba en la lista.
