Francia destaca en Europa como el país donde más mujeres adoptan el look “sin sujetador”, con un 7% declarando que nunca o casi nunca lo usa, y un 18% entre las menores de 25 años, según encuestas recientes.
Aceleración post confinamiento
Este movimiento, acelerado por la crisis sanitaria y el teletrabajo, combina la comodidad cotidiana con la afirmación feminista, visible en las calles y en redes sociales, como explica un estudio . En comparación con España (3%), Italia (2%) o el Reino Unido (1%), Francia lidera esta tendencia desinhibida. Antes de 2020, solo entre el 3% y el 4% de las francesas no usaban sujetador, pero el confinamiento elevó esta cifra al 8% en general y al 20% entre las jóvenes, un hábito que ha continuado al aire libre gracias a su nueva libertad.
Aislarse en pijama reveló incomodidad relacionada con los aros y los tirantes, lo que llevó al 53% de las mujeres a priorizar el bienestar sobre las normas. Entre las jóvenes de 18 a 24 años, el 13% mantuvo esta práctica en 2022, un récord europeo vinculado a la lucha contra la sexualización impuesta.
Razones más allá de la comodidad
La comodidad motiva al 53% de quienes optan por no usar sostén, pero el 32% de las jóvenes manifiesta su rechazo a las normas sociales, transformando el movimiento "sin sostén" en una declaración de moda y liberadora. Esta tendencia es más frecuente en las grandes ciudades y entre los grupos socioeconómicos más altos, con un aumento del 4% al 13% entre 2020 y 2022. Aunque sigue siendo minoritaria (entre el 6% y el 7% en general), persiste a pesar de obstáculos como el mantenimiento y la opinión pública.
Adaptación de la moda
Las marcas francesas están reinventando la moda con tops fluidos, bralettes suaves sin aros y tejidos que se adaptan a la piel, haciendo que los sujetadores sean opcionales. Este enfoque estilístico se exhibe incluso en las Semanas de la Moda, inspirando escotes renovados y diseños cómodos y multifuncionales. Estas jóvenes pioneras están influyendo en un mercado en constante evolución, lejos de las limitaciones tradicionales.
En resumen, en Francia, ir sin sostén se está volviendo cada vez más popular por razones de comodidad y libertad. Esta tendencia en auge está transformando las normas y la moda, priorizando el bienestar por encima de las convenciones.
