Iris Mittenaere, ex Miss Universo, desató la polémica en una glamurosa fiesta en Venecia a mediados de diciembre de 2025: su falda, considerada "demasiado corta", desató una ola de duras críticas en línea. Con franqueza y autocrítica, explicó en una historia de Instagram el desafortunado fallo técnico que la convirtió en blanco fácil de comentarios precipitados.
Polémica en torno a un traje de encaje negro
Presente para celebrar el estreno de la quinta temporada de la serie "Emily en París", Iris Mittenaere lució un vestido negro con medias con efecto de encaje y una chaqueta negra corta, abierta por delante, dejando entrever un top con ribete de encaje. Una aparición impactante en la alfombra roja, capturada por la revista Gala. Los internautas no tardaron en ofenderse por el aparente largo de la falda: "No hace falta enseñar tanto, le quita encanto", "Un cuerpo más cubierto sería más elegante" o incluso "¿No tuvo tiempo de ponerse los pantalones?". Estos comentarios, publicados bajo el vídeo viral de Gala, se viralizaron rápidamente, eclipsando el ambiente festivo del evento en la romántica ciudad.
La explicación honesta del accidente
Iris Mittenaere respondió en una historia de Instagram: "Mi falda se atascó, no sé cómo. Así que obviamente te molesta su largo (es algo que te importa mucho, jaja), pero lo siento, no se suponía que se atascara, no seas tan dura". Compartió evidencia visual desde otros ángulos y fotos donde el atuendo volvió a su largo original, mostrando un simple descuido durante la pose, ocurrido en el peor momento posible frente a las cámaras.
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Historia @irismittenaere / Instagram[/caption]
Una respuesta contundente que desarma a los que odian
Esta actitud relajada y franca recuerda sus polémicas anteriores, como su disfraz de Halloween, que fue objeto de burla en octubre de 2025 (comparado con el Grinch o Cetelem), donde logró recuperarse con elegancia. Más allá de la anécdota, este episodio ilustra principalmente, una vez más, cómo las mujeres son constantemente escrutadas y juzgadas por su cuerpo y su vestimenta.
Decir que su vestido es "demasiado corto" refleja una perspectiva normativa y anticuada: Iris Mittenaere viste como quiere y no tiene que justificar sus elecciones de ropa. En esta era de juicios superficiales, su reacción positiva pone de manifiesto la inutilidad de tales críticas ante una carrera coronada por el éxito internacional, desde Miss Francia hasta embajadora de belleza.
Más allá de la polémica fugaz, este episodio ilustra una vez más la rapidez con la que las redes sociales pueden juzgar sin contexto. Al priorizar el humor y la transparencia en lugar de la confrontación, Iris Mittenaere nos recuerda que un "accidente con la ropa" no define ni a una mujer ni su elegancia.
