En Japón, ha surgido recientemente un fenómeno inquietante conocido como "butsukari otoko", caracterizado por hombres que empujan deliberadamente a mujeres en espacios públicos concurridos. Este acto, a menudo disfrazado de simple accidente, tiene como principal objetivo intimidar a mujeres y personas vulnerables, lo que genera creciente preocupación por la seguridad en las zonas urbanas.
Un fenómeno en rápido crecimiento y bien documentado
Este comportamiento agresivo (y sexista) cobró gran atención en redes sociales con la circulación de videos que mostraban a un hombre empujando repetidamente a mujeres en una estación de tren de Tokio. Desde entonces, la frecuencia de estos incidentes ha aumentado: una encuesta realizada en 2024 en Japón reveló que casi el 14 % de los encuestados habían sido víctimas, mientras que el 6 % había presenciado este tipo de comportamiento. Estos agresores, a menudo hombres de mediana edad, encuentran en estos actos una forma de expresar su frustración y profunda ira.
@sandyinjapannn Respondiendo a @mango donut ♬ sonido original - Sandy en Japón 🇹🇼🇦🇺🇯🇵
Diversos perfiles de agresores
Se han identificado cuatro tipos principales de atacantes:
- Los acosadores que eligen metódicamente sus objetivos (a menudo mujeres).
- Los justicieros que dicen actuar "en defensa propia".
- Los agresores que expresan "su ira mediante gestos violentos".
- Los "electrones libres" que rechazan la más mínima restricción en el tráfico peatonal y chocan deliberadamente con otros.
@wekaypoh ¡ Cuidado con el "Butsukari Otoko", también conocido como "Bumping Man", una tendencia de golpes corporales que se está extendiendo más allá de Japón! (sí, esto es algo real) #sgnews #japón#mujeres #butsukariotoko #seguridad #wekaypoh ♬ sonido original - weKaypoh
La ira tiene sus raíces en las tensiones sociales
Según las víctimas, este fenómeno forma parte de un contexto más amplio de patriarcado y masculinidad tóxica en Japón. La frustración que sienten algunos hombres de mediana edad, vinculada a problemas sociales y culturales donde los hombres siguen siendo mayoritariamente privilegiados, podría explicar el origen de estos ataques selectivos contra las mujeres.
Es crucial enfatizar que esta explicación sociológica no puede justificar en modo alguno estos actos. El hecho de que las mujeres vuelvan a sentirse inseguras en espacios públicos subraya la persistente magnitud del problema: sufren violencia e intimidación simplemente en su vida cotidiana. Esto revela no solo una falta de protección y prevención, sino también la urgente necesidad de repensar las normas sociales que perpetúan estas desigualdades y ponen en peligro la seguridad de las mujeres. Toda mujer debería poder circular libremente, sin temer por su integridad física ni su bienestar psicológico.
En resumen, "butsukari otoko" ilustra una forma de violencia urbana insidiosa que amenaza la seguridad de muchas personas, en particular de las mujeres. Mientras la sociedad japonesa continúa lidiando con la desigualdad de género, este fenómeno subraya la urgente necesidad de fortalecer la concienciación y las medidas de protección para garantizar espacios públicos seguros y respetuosos para todos.
