¿Pareja elegante o no? La "brecha de estilo" se está convirtiendo en la nueva prueba de relaciones en TikTok.

Tienes un look digno de las pasarelas de la Semana de la Moda, ¿pero tu pareja no comparte para nada tu visión artística? Tu pareja es tu opuesto estilístico. Mezcla colores discordantes, combina telas llamativas y acumula meteduras de pata en sus atuendos. La red social TikTok ha acuñado un término para esta brecha estética: la brecha del swag. Claramente, el amor pende de un hilo...

El swag gap, una tendencia que se centra en las apariencias

La brecha del swag ya tiene sus iconos: Hailey y Justin Bieber. Mientras que la modelo siempre luce atuendos meticulosamente seleccionados y con estilo, su pareja parece estar acumulando meteduras de pata. Todos recuerdan esa foto de Hailey con un conjunto rojo de pies a cabeza y tacones de charol, y Justin con Crocs, calcetines y una sudadera con cremallera completamente despeinada. Los medios dijeron que no se llevaban bien, que sus looks eran contradictorios. Las dos celebridades, que parecen jugar a buscar la diferencia en cada aparición pública y que lucen atuendos totalmente incoherentes, encarnan a la perfección la tendencia "swag gap".

Aunque algunas parejas incluso coordinan sus vestuarios, otras ni siquiera se consultan al elegir sus conjuntos, lo que resulta en una cacofonía de looks desparejados. Esta es precisamente la definición de "swag gap": una diferencia de estilo entre dos personas. Por ejemplo, es como salir con un vestido de satén y alguien con pantalones de chándal y sudadera.

Por ejemplo, uno de los miembros de la pareja, el que parece más 'cool', entra en cada habitación como si fuera el dueño del lugar, con un estilo impecable y una seguridad natural, mientras que el otro se queda atrás, torpemente vestido, pero sin ser demasiado elegante. Así describe el psicólogo Mark Travers la "brecha de estilo" en Forbes .

La forma en que la brecha del swag afecta a la pareja

En TikTok, los usuarios juzgan la compatibilidad de las parejas por su atuendo, como si la ropa los hiciera. Si tu pareja usa camisas hawaianas y chanclas de recuerdo mientras tú llevas un vestido de lentejuelas y sandalias de diseñador, no vas a armar un escándalo ni a hacerte el asesor de estilo . Aceptas a tu pareja tal como es, sin importar su gusto por la moda. Claro, usar pantalones cortos de senderismo con un polo no es muy convencional, pero no es un delito.

Sin embargo, este debate estilístico provocado por la "brecha del estilo" no es tan superficial como parece. La ropa, generalmente secundaria en una relación, de repente se convierte en una herramienta de superioridad. La misma prenda que cae al suelo en el calor de la pasión realza la imagen de uno de los miembros de la pareja mientras eclipsa a la del otro. La persona sin estilo, que elige la ropa al azar, priorizando la comodidad sobre la armonía visual, permanecerá a la sombra de su pareja. Es como si la otra persona ocupara todo el espacio (y no solo con las hombreras de su blazer extragrande). El resultado: empezamos a dudar de nuestra propia valía y a desarrollar resentimiento hacia nuestra pareja, que disfruta creando tableros de Pinterest. Perdemos la confianza con cada muestra de estilo y nos encontramos diciendo : "Eres mejor que yo".

Y esto se nota mucho más allá del vestuario. Alguien que nunca ha oído hablar de Anna Wintour y se viste de forma descuidada se sentirá inferior. Tenderá a idolatrar a la otra persona y a estar de acuerdo con ella.

Ver esta publicación en Instagram

Una publicación compartida por Vogue (@voguemagazine)

Aprender a ver más allá del tejido: una necesidad

Te vistes mejor que tu pareja, pero ¿según quién? ¿Según qué? ¿Criterios estéticos en constante evolución? ¿Estándares de belleza irreales que priorizan la conformidad sobre la individualidad? La "brecha de estilo" crea una competencia malsana en la relación. Y no se trata de cambiar el estilo de tu pareja, aunque carezca de gusto y coherencia. No son una especie de muñeco Ken al que puedes vestir como quieras. La ropa es solo una fachada, un atisbo fugaz de personalidad. Lo que hay debajo vale mucho más que una chaqueta de Chanel.

Si no pueden ponerse de acuerdo sobre un código de vestimenta, al menos pueden ponerse de acuerdo en otras cosas más importantes. Tomemos como ejemplo a Selena Gomez y su esposo Benny Blanco. La ex estrella de Disney Channel tiene un estilo glam-chic característico, mientras que el de su pareja es un poco menos predecible. Cuando ella luce un look de cuero de pies a cabeza, él luce una colorida camisa morada y jeans rotos con pedrería, y aun así, su amor es innegable.

Al fin y al cabo, cada uno tiene su propio estilo. La moda tiene sus propias reglas, pero no es uno de los cinco lenguajes del amor. Para cultivar los sentimientos, lo esencial es la complicidad, la comunicación clara y el respeto mutuo.

Émilie Laurent
Émilie Laurent
Como maestra de la palabra, manejo recursos estilísticos y perfecciono el arte de los mensajes feministas contundentes a diario. En mis artículos, mi estilo ligeramente romántico les depara sorpresas realmente cautivadoras. Me deleito desentrañando temas complejos, como una Sherlock Holmes moderna. Minorías de género, igualdad de género, diversidad corporal… Periodista incisiva, me sumerjo de lleno en temas que generan debate. Adicta al trabajo, mi teclado es puesto a prueba constantemente.

LAISSER UN COMMENTAIRE

S'il vous plaît entrez votre commentaire!
S'il vous plaît entrez votre nom ici

¿Crees que sabes cómo elogiar a tu pareja? Esta técnica psicológica lo cambia todo.

Los cumplidos son como caramelos para la autoestima, y puede que te estés excediendo. Llenas de elogios a...